Muchas veces hemos oído e incluso leído libros o documentos que se titulan algo así como “el arte de delegar” como si fuera algo innato, creativo, incluso místico de las personas. Saber delegar, sin lugar a dudas, es una de las habilidades fundamentales para mejorar el liderazgo de los directivos. Hay personas con mayor predisposición a delegar que otras, pero con método se puede mejorar la capacidad de delegar.
También estoy seguro de que algunas de estas frases sobre las dificultades en delegar, las habremos dicho u oído:
- “Nadie lo puede hacer tan bien como yo”
- “No te puedes fiar de nadie para esta responsabilidad”
- “Esta persona ya tiene suficiente trabajo, no le agobiaré con el mío”
- “No tengo tiempo de enseñarle cómo hacerlo, acabaré antes si lo hago yo mismo”
- “La última vez que delegue salió mal, mejor no lo vuelvo a hacer” ……..
Delegar no es fácil, pero si lo conseguimos, los efectos positivos son enormes, tanto para nosotros mismos, como para nuestros equipos. Y, además, hay un efecto colateral: podremos reducir nuestro nivel de estrés, mejorando nuestra salud y calidad de vida.
Recomendaciones para lograr delegar
Veamos brevemente algunas que nos ayudarán a delegar y por tanto, a mejorar nuestro liderazgo:
• Antes de delegar define claramente los objetivos
Fija y negocia unos objetivos para tu equipo y delega la responsabilidad o parte de ella. Si dices que vas a delegar, y además dices como lo han de hacer, como si fueras tú mismo, será difícil que haya delegación.
• Configura tu equipo adecuadamente
Hazlo de tal forma que sepan más que tú de las responsabilidades que vayas a delegar en ellos. A veces inconscientemente formamos equipos no adecuados, creyéndonos que así somos imprescindibles.
• Asegura que tienen las competencias necesarias
Averigua antes de delegar si tu equipo tiene las competencias adecuadas. A veces los procesos de delegación han de ir acompañados de un periodo de formación. Realizar evaluaciones del desempeño a tu equipo ayudarán a diseñar y ejecutar los planes de mejora.
• La confianza es la base de la delegación
Confía en tu equipo a la hora de delegar. Puedes hacerlo a través de la autoevaluación. Si los objetivos están bien definidos, así como también los principales criterios para su ejecución, la autoevaluación será más fácil. Establece un sistema de autoevaluación para tu equipo.
• Interpreta los errores como oportunidades de mejora
Si se analizan conjuntamente los errores que puedan haberse cometido, será más fácil encontrar soluciones para que no vuelvan a repetirse. Habrá un aprendizaje.
• No desautorices en público a tus colaboradores
Si hay temas que corregir, mejor hacerlo en privado. En cambio las felicitaciones, mejor hacerlas en público.
• Establece reuniones formales para delegar con eficacia
Fija con tu equipo reuniones formales para el seguimiento de los objetivos. Cuando hay mas reuniones informales que formales, tu equipo busca tu beneplácito en cada tarea puntual que realiza, y, por tanto, la delegación será más difícil. Muchas veces los colaboradores se excusan diciendo que es su jefe el que quiere saber y opinar de todo, cuando quizás a ellos les da un cierto vértigo asumir mayor responsabilidad.
Existen herramientas para que las personas a las que les cueste delegar puedan hacerlo. Delegar no sólo es arte, también es voluntad y método.
Hace unos años la frase “si quieres que el trabajo esté bien hecho, hazlo tú mismo” era una verdad aceptada. En la actualidad, la afirmación es: “si quieres que el trabajo esté bien hecho, delégalo de la manera eficiente en otras personas para que puedan hacerlo incluso mejor que tú”.
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