Partiendo de la famosa frase, ¿qué es primero la estrategia o la estructura?, proponemos evolucionar la misma a alinear la estructura a la estrategia.
El momento que vivimos ha hecho que las premisas sean otras:
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Es difícil planificar a medio plazo y el largo plazo se ha convertido en una misión imposible.
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Una vez hayamos tomado las decisiones oportunas, hay que ejecutarlas ágilmente: Reflexiona primero pero luego actúa rápido.
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Ya no hay planes de acción a un año vista, sino hitos a conseguir en el corto plazo (3 meses, 1 mes, depende de cada empresa y sector).
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Los diferentes equipos deben coordinarse por ellos mismos para no perder velocidad: menos reuniones colectivas y más reuniones “one to one”.
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Los organigramas verticales cada vez son menos útiles para ganar velocidad, en cambio, sí lo son los equipos transversales.
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Hemos de proporcionar a los equipos las herramientas necesarias para poder actuar a la vez y de forma autónoma, pero, trabajando como si de un único equipo se tratara: el equipo ha de auto-coordinarse.
Y en esta situación ¿qué podemos hacer? Algunas sugerencias a tener en cuenta:
- Debemos tener un propósito de empresa, compartirlo y cambiarlo (cuando sea necesario).
- La dirección, una vez analizada toda la información externa y las opiniones de sus equipos, debe definir claramente los objetivos generales a un año vista o para el período que sea capaz de vislumbrarse.
- La dirección también debe proponer y negociar con cada responsable qué se espera de él, fijándole unos objetivos que estén alineados con los generales. Toda la organización debe saber qué se espera de ellos.
- Los responsables tienen que ejecutar los objetivos de la mejor forma posible, marcándose ellos mismos unas metas a conseguir en tramos de tiempo cortos, por ejemplo, un mes, dos, tres meses. Son responsables del cómo y así vayan consiguiendo sus resultados, irán avanzando en nuevos hitos y/o modificando los mismos.
Un propósito común y todos los componentes aportando lo mejor de cada uno.
¿Cómo se consigue adecuar la estructura a la estrategia?
No es un tema de organigramas, sino de alinear los objetivos de cada responsable a los generales de la organización:
- Evolucionar de una estructura vertical a una horizontal con metas transversales individuales, alineadas con los objetivos generales de compañía.
- Los departamentos en si pierden fuerza y la ganan las personas
- Se trabaja pensando en las prioridades y objetivos de la empresa frente a las de las personas o departamentos.
Al final toda la organización puede visualizar en un mapping los hitos a conseguir, ya sean propios o del resto de la organización, los objetivos generales, y qué personas de la organización colaboran en la consecución de los mismos, así como su rol en ello.
Se asemeja a una banda de jazz: un propósito común y con todos los componentes aportando la mejor música de cada uno, para conseguir las mejores interpretaciones.
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