En el post de la semana pasada os decíamos que una forma de acelerar con éxito la internacionalización era realizar un autodiagnóstico previo. Os proponemos que os contestéis de forma sincera a estas 5 preguntas:
- ¿Estamos dispuestos a invertir un presupuesto (el que fijéis, pero que se mantenga) durante el primer año y asumir el riesgo de no recuperar la inversión hasta el segundo año?
- ¿Podemos destinar una persona de la dirección de la empresa que al menos el 50% de su tiempo lo dedique a viajar y a la gestión de la exportación?
- ¿Se habla y se escribe al menos en ingles por parte de las personas involucradas en la internacionalización (incluyendo a la persona que atiende el teléfono)?
- ¿Estamos dispuestos a adaptar nuestros productos/servicios y nuestra forma de trabajar en el mercado local, si los mercados internacionales así nos lo piden? (por ejemplo contestar los e-mails en 24/48 horas)
- ¿Tenemos la página web adaptada a los mercados internacionales? o como mínimo, ¿tengo la intención de hacerlo a la mayor brevedad? (idiomas, prefijos telefónicos con +34, la ubicación partiendo de Europa por ejemplo, resaltar mis ventajas competitivas, adaptada para que se pueda ver en un smartphone, 2.0., etc.)
Para aprobar este diagnóstico, se debe contestar a las 5 preguntas y de forma rotunda, SÍ, y sin ningún “pero”. El diagnóstico se puede sofisticar con más preguntas y otras metodología, pero, creemos que con estas sencillas 5 preguntas, es suficiente. Si alguna la respondemos con un NO, o la dejamos sin contestar, es mejor esperar hasta que sea un SÍ. De esta manera aceleramos con éxito nuestra internacionalización.
La semana que viene más.