Todos sabemos que las acciones digitales dejan huella: las redes sociales, páginas que visitamos, redes wifi, buscadores, etc. Prácticamente todo queda almacenado. Gracias a la analítica digital, podemos interpretar estos datos y convertirlos en información útil y valiosa.

“Se pueden tener datos sin información, pero no se puede tener información sin datos” – Daniel Keys Moran

La analítica digital consiste en el estudio e interpretación del comportamiento de los usuarios (stakeholders) en nuestros entornos digitales, con el fin de mejorar nuestro negocio. Nos permite obtener insights (conclusiones) que nos ayudarán a tomar decisiones alineadas a nuestra estrategia.

analítica digital
Fuente: Search & Drive

Para poder realizar un análisis digital, previamente debemos haber establecido nuestros KPIs, y así tener en claro qué es lo que queremos medir.

¿Qué beneficios nos aporta la analítica digital?

  • Conocer mejor a nuestros usuarios: gracias a la analítica podemos saber, entre otros aspectos, cómo han llegado a nuestro sitio, desde qué dispositivo navegan, por cuánto tiempo lo hacen, y cuáles son las páginas que más visitan. Toda esta información es sumamente valiosa para mejorar nuestra web y nuestros contenidos en pos de una mejor experiencia por parte del usuario.
  • Personalizar el contenido: gracias a la información que el usuario nos deja en su visita, podemos elaborar sugerencias específicas para próximas visitas, mejorando así su fidelización.
  • Mejorar la experiencia de usuario: a partir de la interpretación de su comportamiento en nuestra web, podemos ir modificando el diseño, los “call to action” o las landing pages. De esta manera, lo adaptaremos a sus gustos/necesidades, mejorando así el nivel de interacción con nuestra web.
  • Aumentar la eficiencia: el análisis de la información permite dedicar esfuerzos y tiempo a los aspectos realmente importantes para la empresa. Es decir, a lo que necesitan nuestros stakeholders, que a veces no coincide con lo que nosotros creemos.
  • Mejorar el posicionamiento en buscadores: al conocer el comportamiento del usuario, podemos interpretar cuáles son los contenidos, temáticas y palabras clave que más le atraen.
  • Optimizar las campañas digitales: la analítica nos permite conocer si las campañas digitales que estamos llevando adelante están funcionando o no, o cuál de ellas está funcionando mejor.
  • Reducir costes: al conocer a nuestros usuarios y optimizar las acciones de marketing, evitamos incurrir en costes innecesarios.
  • Mejorar el ROI: podemos medir el retorno de la inversión de las campañas, y de esta manera conocer cómo mejorarlas.
  • Detectar oportunidades: al poder medir los resultados de nuestra estrategia de marketing, podemos descubrir nuevas oportunidades.

Algunas de las principales herramientas:

Google Analytics: es la herramienta diseñada por Google, y la más utilizada a nivel mundial. Proporciona una visión muy completa sobre el tráfico que recibimos en nuestra página web, permitiéndonos obtener un conocimiento más profundo sobre nuestros stakeholders. Entre otros, podremos obtener datos sobre las páginas más vistas, promedio de tiempo en la página, datos geográficos, idioma, etc.

SEMrush: es una herramienta con un gran enfoque en SEO. Proporciona una amplia gama de herramientas para evaluar y mejorar el SEO, dentro y fuera de la página web.

Kissmetrics: es una plataforma web en la nube que muestra información en tiempo real, asociada a cada cliente o usuario. Basa su modelo en el comportamiento real del usuario y está dirigida fundamentalmente a modelos de negocio específicos, como puede ser un e-commerce.

Hootsuit: ideal para hacer un seguimiento de nuestras redes sociales y descubrir cuáles son las publicaciones que más, o menos, éxito están teniendo.

No se trata solo de medir, sino de interpretar

En resumen, podemos decir que la analítica digital es imprescindible para el desarrollo de nuestra estrategia de marketing digital, permitiéndonos evaluar en tiempo real cada una de las acciones realizadas para optimizarla. Pero debemos recordar que los datos por sí solos no generan ningún valor. Lo que verdaderamente importa es su interpretación. Si se realiza un correcto análisis de los datos y se obtienen conclusiones coherentes, lo esperable es que los resultados obtenidos mejoren y las metas y objetivos establecidos se alcancen incurriendo en un menor coste de recursos y tiempo.

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