“Una organización es mucho más que sus políticas, sus objetivos y sus procesos; una organización son esencialmente sus personas y sus valores”
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Cuando entramos en una empresa lo primero que percibimos son los matices más superficiales de la misma, desde sus instalaciones, la distribución de sus equipos, y el ambiente de trabajo. Poco a poco, a medida que entramos en contacto con su gente, vamos apreciando aspectos más esenciales y profundos que guían sus conductas, les hace priorizar ciertas actitudes frente a otras; comportamientos que constituyen la cultura organizativa, gradualmente vamos apreciando los matices que responden a los valores de esa compañía.
Los Valores
Son palabras, frases y pensamientos que abarcan conocimientos complejos de la realidad; son los pilares sobre los que se sustenta la organización y, por ello, todos sus miembros los han de conocer, interiorizar y compartir.
Es por ello por lo que recomendamos que se comuniquen y se expongan en un lugar visible para que los “stakeholders” los tengan presentes. Todos deben conocerlos. Responden al ADN de la empresa, y como tal, son una guía que define y hace única la empresa.
Los valores no solo deben formularse, sino que se han de vivir en todos los niveles de una organización.
Cada organización ha de desarrollar un lenguaje y unas categorías conceptuales comunes, unos criterios sobre: la clase de personas que quiere incorporar como miembros, el poder y el estatus, el tono de las relaciones interpersonales (grado de apertura e intimidad), lo que está bien y lo que está mal, el modo de premiar y formar. La respuesta que cada organización da a cada una de estas cuestiones se cimenta sobre su cultura propia.
No han de ser muchos, tal vez 5 o máximo 7. Han de ser creíbles y reales, no aspiracionales. Han de ser concretos para que no haya malas interpretaciones. Algunas empresas los definen con una sola palabra: creemos que vale la pena aclarar y acotar su sentido.
A pesar de la importancia de este concepto, algunas empresas los utilizan como mera herramienta de marketing sin que respondan a la realidad ni gocen de la profundidad necesaria. Este comportamiento nos dice mucho de cómo son y, aunque ellos no parece que sean conscientes, es fácilmente detectable. Los valores son una parte importante de la estrategia de las compañías.
Os invitamos a reflexionar sobre este tema que os permitirá contar con un equipo de personas en vuestra empresa que compartan los mismos valores, pensamos que es muy importante.
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