Abogo por la flexibilidad y la adaptabilidad, creo que hemos de innovar y ser capaces de dar respuestas con celeridad: los mercados nos lo exigen; sin embargo, a veces me da la impresión que de tanta flexibilidad y cambio hemos perdido el norte……..Antes de la crisis se planificaba a 7/10 años (Plan A), muchísimo tiempo, es cierto; ahora, a 2 y 3 años.
Tampoco debemos encorsetarnos en la planificación pero planificar para luego cambiarlo todo no sirve.
Sigo creyendo que trazar una meta a 2-3 años vista e ir concretando al máximo el corto plazo da la tranquilidad suficiente sin restar capacidad de adaptación.
En otras palabras, tener un ojo en el día a día y el otro en el horizonte, hasta donde podamos ver. Y si en vez de tener dos ojos podemos disponer de cuatro, aún mejor. Es decir, tener un Plan B.
¿Qué opinas? ¿crees que debe ser así?