Las empresas necesitamos personas disruptivas, personas que sean capaces de ir más allá proponiendo y sorprendiendo.

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El actual entorno es complejo y altamente competitivo. La capacidad de ver desde otro prisma, rompiendo límites y sorprendiendo con un pensamiento innovador, permite a las empresas diferenciarse, mantenerse relevantes en su mercado y ser más competitivas. Las personas disruptivas ayudan en ese proceso impulsando la innovación y la creatividad de la empresa.

Si algo nos caracteriza a las personas es la capacidad para imaginar, crear, ir más allá de las expectativas.

¿Las empresas quieren personas disruptivas que rompan moldes?

Contratar a personas disruptivas puede ser una decisión incómoda e incluso arriesgada. El hecho de repensar lo que parecía inamovible puede desafiar en algunos casos la cultura corporativa e incluso el status quo de la organización. Sin embargo, el potencial de generar nuevas ideas y soluciones innovadoras es inmenso.

El pensamiento disruptivo puede cambiar el rumbo y las tendencias en la industria

  • Uno de los ejemplos más claros de una persona disruptiva es Steve Jobs, fundador de Apple. Jobs fue un pensador visionario que desafió las normas de la industria y creó productos innovadores que cambiaron el mundo de la tecnología. Su pensamiento disruptivo lo llevó a crear el primer ordenador personal, el primer reproductor de música digital, y posteriormente el primer teléfono móvil inteligente, entre otros productos innovadores.
  • En el mundo de la moda, Coco Chanel es un ejemplo de una persona disruptiva que revolucionó la industria. Chanel desafió los convencionalismos de la época, creando diseños que desafiaron las normas sociales y de la moda de su tiempo. Sus creaciones cambiaron la forma en que las mujeres se visten y se ven a sí mismas.

La inclusión y la diversidad son fundamentales para la evolución y el progreso

  • En el ámbito tecnológico, tenemos a Grace Hopper, una de las primeras programadoras de computadoras y pionera en el desarrollo de los lenguajes de programación. Hopper es conocida por haber inventado el primer compilador, un software que traduce el código fuente escrito en lenguaje de programación a lenguaje de máquina. Su trabajo fue fundamental para hacer que la programación fuera más accesible y eficiente. Además, Hopper fue una defensora de la diversidad en la tecnología y abogó por la inclusión de más mujeres en este campo.
  • En el ámbito de la arquitectura tenemos a Zaha Hadid, una de las arquitectas más influyentes y reconocidas del mundo. Hadid fue la primera mujer en recibir el Premio Pritzker de Arquitectura en 2004, el galardón más prestigioso en este campo. Su trabajo se caracteriza por el uso de formas orgánicas y esculturales, que desafían las convenciones de la arquitectura tradicional. Hadid diseñó algunos de los edificios más icónicos del mundo, incluyendo el Centro Acuático de Londres para los Juegos Olímpicos de 2012 y la Ópera de Guangzhou en China.

Ambas mujeres son un ejemplo de cómo el pensamiento disruptivo y la innovación pueden impulsar la creatividad en diferentes campos, y cómo la inclusión y la diversidad son fundamentales para la evolución y el progreso.

En conclusión, la necesidad de contratar personas disruptivas es hoy más importante que nunca para las empresas.

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