Tras casi 10 años de profunda recesión económica, no sin cautela, parece que empieza a apreciarse la luz al final del túnel; un túnel que en el sector de la construcción había parecido no tener fin….

El sector de la construcción: El motor de nuestra economía

Fuente: Freepik

En economía los episodios se denominan ciclo que no son otra cosa que secuencia de fenómenos que, llegado cierto punto, se van repitiendo. Entre los principales motores de crecimiento económico de nuestro país destaca con un cierto carácter hegemónico la construcción que engloba el que llamamos vulgarmente “la vivienda”. No en vano el sector lleva asociados el crecimiento de otras industrias y producciones anejas. Por otro lado, pertenece a un grupo de variables avanzadas que son las que se transforman antes del propio ciclo considerándose por ello que predicen la economía a corto plazo.

Aunque en la actualidad el sector parece esgrimir una tímida sonrisa, no deja de estar muy presente la burbuja especulativa que experimentamos no hace mucho y, a decir verdad, más vale que así sea para que tomemos consciencia de los errores y los enmendemos desde ahora mismo.

Parece que la crisis, el desarrollo creciente de la tecnología y la potenciación generalizada del emprendimiento, han propiciado un cambio en los pilares sobre los que se sustentaba nuestro sector provocando un giro importante donde el orden, los actores y los roles son radicalmente diferentes.

Hemos de aprender con celeridad a operar en este nuevo entorno con herramientas y conocimientos renovados. Hemos de aprender, modernizar y operar en un mundo donde los beneficios se han reducido y donde se impone la eficiencia de los procesos, el control y la innovación que nos permitirá adaptarnos al nuevo escenario. Emprender ya no se ha de entender principalmente ligada a la auto ocupación de los tiempos de crisis, sino a las nuevas oportunidades de negocio que van más allá de los agentes tradicionales del sector: promotores, constructores y técnicos.

Poco a poco el sector se está transformando tecnológicamente hacia a un modelo más eficiente donde la importancia de los procesos productivos y la búsqueda constante de las ideas innovadoras empieza a ser una constante.

Los actores se han especializado y, al tiempo, han aparecido otros nuevos. La creciente complejidad del sector ha propiciado la aparición de nuevas regulaciones, mayores y nuevos requisitos, imponiéndose las especialidades cada vez más tecnificadas y los equipos de profesionales de diferentes conocimientos y experiencias que garanticen el resultado final con cumplimiento estricto de los compromisos ya sean en calidad, coste y plazo.

No todos los actores provienen del mundo de la construcción, pero todos ellos contribuyen a asegurar el buen funcionamiento del producto final: Arquitectos, diseñadores, ingenieros, paisajistas, abogados, ambientólogos, economistas, sociólogos, informáticos, y un largo etcétera, conviven y hacen posible que el sector continúe marcando el futuro de nuestra economía.

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